Un tratamiento elimina en monos las placas que puede causar el alzhéimer.

   Un estudio describe un nuevo tratamiento capaz de cruzar la barrera hematoencefalica y reducir la concentración de la insidiosa proteína del alzhéimer.

 El tratamiento está basado en anticuerpos, agentes que en nuestro sistema inmune reconocen un patógeno y lo eliminan. Debidamente modificados, los anticuerpos descritos en este estudio engañan al cerebro para que les deje pasar pensando que son un nutriente y después bloquean la producción de proteína beta-amiloide, la cual se cree causante del alzhéimer. El tratamiento se ha probado en monos.

“Estos resultados nos llevan un paso más cerca del uso de esta tecnología en humanos”, explica Joy Yu, neurobióloga.

 

 El tratamiento consigue reducir en torno a un 50% la concentración de la proteína en el fluido cerebroespinal y un 20% en el cerebro, explica Yu, aunque lo más importante es que cuantos más anticuerpos llegan al cerebro de los monos, más eliminación de proteína se registra. El equipo ya demostró esto mismo en ratones, y ahora ya están intentando mejorar sus anticuerpos para aumentar la cantidad de proteína eliminada en los primates.  La diferencia de este nuevo tratamiento experimental, dice Viñuela, es que no ataca la placa en sí, sino que va “a un paso anterior” e impide la producción de proteína beta-amiloide antes de que se pueda acumular, por lo que, al contrario de otros tratamientos que atacan a la placa , actúa cuando aun no ha causado daños irreversibles.

 

Y van aun más allá, otro uso posible que plantean seria utilizar este mismo mecanismo usado por los anticuerpos para cruzar la barrera hematoencefálica para llevar allí compuestos contra otras enfermedades del cerebro, desde la esquizofrenia al cáncer.

 

En mi opinión es un gran avance, ya que el alzhéimer afecta a la gran mayoría de la población occidental, y causa daños tanto sanitarios como económicos, este tratamiento abre las puertas no sólo a la curación del alzhéimer, si no a la de otras muchas enfermedades cerebrales, gracias a la posibilidad de traspasar la barrera hematoencefálica.

 

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