El pasado tres de febrero se aprobó en el parlamento británico
una nueva técnica de reproducción asistida. Esta técnica consiste en la fertilización de dos
óvulos, uno de la madre y otro de la donante, con espermatozoides del padre, a
continuación se retira el núcleo de los
dos embriones resultantes, y solo se conserva el creado por los padres. Ese
núcleo se introduce en el embrión de la donante, sustituyendo al núcleo que se
ha desechado. De esta manera se evita la transmisión de enfermedades
mitocondriales al embrión. Tan solo el
0,18% del ADN de la donante pasa al embrión y este no afecta a características
esenciales del individuo.
Esta técnica puede conllevar dos problemas:
que las proteínas mitocondriales y las
de núcleo celular sean incompatibles y la posibilidad de arrastrar mitocondrias
enfermas al embrión de la donante.
Este tipo de reproducción ha despertado un debate
ético, ya que algunos miembros de la comunidad científica y la iglesia católica
se oponen a la utilización de esta nueva técnica.
Yo estoy a favor de que se permita este tipo
de reproducción. Es importante que las mujeres puedan tener hijos sin que estos
padezcan enfermedades que pueden conllevar su muerte, no entiendo el debate
generado alrededor de esta técnica. Si es esta la única manera de que una mujer
que transmita enfermedades mitocondriales pueda dar a luz a un hijo sano,
mejorando así la vida del futuro niño, no debería haber ningún tipo de
oposición, siempre y cuando se controle este método y se realice un estudio
independiente a cada caso .
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