Óliver, un bebe recién nacido, prematuramente, posee al nacer un corazón del tamaño correspondiente al de un niño de 5 años, por lo que tiene que ser reemplazado. Gracias a las habilidades de los médicos y cirujanos, Óliver podrá llevar una vida normal y corriente, eso sí, en constante vigilancia.
Me fascina y me deja perplejo que este tipo de cosas puedan llevarse a cabo, especialmente con un bebe de semejante edad.
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