jueves, 6 de noviembre de 2014

El niño que engañó al ébola

En el área de pacientes confirmados de Ébola del centro de Médicos Sin Fronteras, dos de cada tres pacientes no sobreviven al virus. La gente está débil y yace en sus camas, mientras  tratan de luchar contra el invasor mortal .Excepto Mamadee, un niño de once años que baila mientras la multitud lo observa. Mamadee salta, se agacha, da un paso al costado, primero a la izquierda, luego a la derecha, luego a la izquierda, luego a la derecha, salta de nuevo, da una vuelta, balancea sus caderas y sacude sus brazos. Y no se detiene, no se cansa. Es difícil de creer, pero Mamadee es un paciente confirmado de Ébola.

 Algunos pacientes le envidian, mientras que las enfermeras y el resto del personal médico se han enamorado de él. Cuando Mamadee llegó al centro por primera vez, los análisis dieron negativo por Ébola y fue dado de alta. Tras pasar la noche, desarrolló algunos síntomas y fue readmitido al día siguiente. El segundo resultado de la prueba del Ébola resultó positivo. El niño también había dado positivo por malaria. Lo único que no encajaba  era que, mientras tanto, Mamadee ya se sentía bien y andaba corriendo por ahí. "No podíamos creerlo", dice la Dra. Petrucci. "Pensamos que debía haber sido un error." Cuando el personal médico realizó otro análisis de sangre pocos días después. Mamadee todavía daba positivo por el virus así que, a pesar de que parecía no tener síntomas, podía infectar a otros y tuvieron que internarlo en el centro para pacientes donde era la distracción del lugar.

 Pasaba sus días durmiendo, comiendo, bailando y charlando con los otros pacientes. Pero un centro para pacientes de Ébola no es el lugar en el que un niño quiere estar, y el aburrimiento llega fácilmente. "Quiero irme", decía Mamadee. "Dos semanas han sido suficientes. Echo de menos mi hogar, mis amigos, incluso extraño ir a la escuela". Mamadee nunca se quejó de la enfermedad ni preguntó por sus resultados de laboratorio como suelen hacer otros pacientes. "La gente con los impermeables amarillos han cuidado muy bien de mí y me han ayudado un montón, tanto a mí como al resto de pacientes." Desgraciadamente su tercera prueba seguía resultando positiva. Una semana después, la hermana de Mamadee, Maya fue admitida en el centro. La niña, de 14 años, falleció al cabo de unos días,  a tan solo una tienda de campaña de su hermano. El 4 de septiembre, la cuarta prueba del Mamadee era negativa. Mamadee salió corriendo del centro. "Estoy muy feliz hoy", señala el joven.


En mi opinión el caso de Mamadee es muy importante porque muestra un poco de esperanza entre todas las malas noticias que nos deja el Ébola a diario. Además si Mamadee ha sido capaz de pasar la enfermedad sin sufrir síntomas, esto significa que otra gente podría hacerlo también por lo que yo creo que se abre un nuevo camino de investigación para acabar con el Ébola o para al menos, hacer que sus efectos sean mas débiles.

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